El otro dia estba muy cansado a la hora de escribir la
entrada del blog y me “salté” una etapa
no menos importante que la segunda. Era la primera entre Nador y Fes que
en principio, no debería tener ningún interés paisajístico, pero para hacerla
más interesante, hicimos una variante especial ya que consitía en adentrarnos
en las primeras estibaciones del Atlas. Llegando a Taza, nos desviamos para
subir al parque nacional de Tazekka, pasandp por Chiker, Zezarda, Smia y
Tahala para volver a bajar hasta la nacional 6 para llegar a Fes.
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| Antes de subir al parque nacional de Tazerkka, más tarde atravesamos esas montañas del fondo |
Paisaje verde, muy verde, mucha agua y ríos llenos, éste año
ha sido muy copioso con las nevadas y eso se nota y mucho en los ríos normalmente bastante secos en Agosto, pero en éste 2018 bajan caudalosos.
La gente vive alrededor de los ríos y de los núcleos
habitados, en cualquier pueblo mas o menos grande, encontrareis un mercado, normalmente
en medio de la calle principal con cientos de paradas donde se puede comprar
cualquier cosa, especialmente, frutas y verduras. Atención al tamaño de los
melones y sandías, enormes y muy dulces y exquisitos. Gente por doquier que te
saluda, “Hola Amigo” aunque sea lo único que saben decir en castellano.
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| Niños jugando en el rio |
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| Anna haciendo fotos a la famila Berberé |
Las familias suelen pasar el día en el rio, los niños
jugando a cazar tortugas y enormes renacuajos y bajo la sombra de cualquier
árbol cuecen las famosas tajines de pollo o carne con verduras que en el mismo
instante que te saludan cuando bajas del Range, ya te ofrecen compartir su
comida contigo. Nosotros ya habíamos comido a la sombra de un espectacular
encina en una carretera perdida en la nada.
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| La enorme encina que nos cobijó durante el almuerzo |
Hacer la variante del parque nacional de Tazerkka, nos costó
unas 5 horas con paradas incluidas para llegar a Fes donde nos aconsejaron
dejar el Rage en uno de los pocos parkings cubierto y vigilado las 24 h en la
plaza de Batha al lado mismo de donde
empieza la medina. Llegar al hotel nos costó unos diez minutos de caminar por
las estrechas calles llenas de gente, gatos y talleres orfebres donde trabajan
la alpaca o tejen lana.
Quiero hacer un punto y aparte para el hotel donde nos
alojamos esa noche, el Riad Dar Bensouda, un edificio construido en el XVI que
conserva todas sus impresionantes puerta y decoración interior con alguna
comodidad actual, como la piscina, en medio del comedor, o algunas sillas y
mesas más modernas pero sin desentonar en el sabor tradicional del resto. La
gente es extremadamente amable, se desviven para que estés cómodo y te tratan
como si fueras el único huésped. Casi todo lo que te ofrecen para comer, lo
hacen ellos mismos, los desayunos son siempre a base de tortitas y crepes de
todo tipo con mantequilla y excelentes mermeladas, mención especial para la
exquisitez de la mermelada de dátil.
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| Comedor - piscina del Riad Dar Bensouda en Fes |
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| Vista de Fes desde la terraza del hotel |
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| Anna en la terraza superior |
Bien amigos, espero que algún día todo esto os sirva ya que
sin dudarlo, os animo a conocer este exquisito país lleno de contrastes.
Como siempre os agradezco que hayáis leído hasta aquí y os
emplazo a la siguiente entrada donde os contaré más cosas de las siguientes
etapas.
Hasta entonces, muchas gracias por haber leído hasta el final de la entrada.
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